La Casa de la Cerveza 2ª parte

El sábado estuve por tercera vez en el que ya se ha convertido en mi segundo hogar en Madrid. La Casa de la Cerveza de la Calle Luchana. Nada más sentarnos, el tío que nos aconsejó la primera vez vino a saludarnos. Al preguntarnos que queríamos, le dijimos que nos dejábamos llevar, ¡y se acordó de lo que bebimos hace 3 meses! Sólo por eso ya tiene ganado nuestro cariño.

Esta vez empezamos por una La Trappe Blond.



La verdad es que al ser la primera, y estar muertos de hambre, la disfrutamos poco (nota mental: la próxima vez empezamos por una Cruzcampo). Aún así, antes de terminarla, nuestro paladar ya había despertado y pude saborearla como es debido (aunque sólo fueran un par de tragos).

Seguimos con una Corsendonk.



De las que me tomé esa noche, probablemente es la que más me gustó. Cerveza muy singular, sobre todo porque tiene una producción muy limitada. Tiene un sabor muy afrutado, que casi llega a los extremos de las morte subite, pero lo justo para que no llegue a ser una cerveza empalagosa. (Esta no está en la carta, así que ni se os ocurra pedirla).

La siguiente fue una Leffe Vieille Cuveé.



Aunque Leffe es un producto muy industrializado, esta se sale un poco de la tangente. Se nota que no es artesanal, pero aún así, no puede tratarse como una cerveza que se venda en cualquier sitio. Es un poco dura, y hay que tomársela en ciertas condiciones

La última, que me gustó casi tanto que la Corsendonk. Biere du Corsaire.



Aunque es una cerveza de sabor suave y afrutado, mucho cuidado porque tiene 9,4% de alcohol (para tumbarte vamos). Esta si que es para tomártela sentado y disfrutarla. Prohibido tomársela a las 2 de la tarde al salir del curro.

La cosa termino con un obsequio que sólo se le hace a los buenos clientes. Muchas gracias crack.